Anécdotas de purgatorio
19 noviembre, 2007 § Deja un comentario
No me quites las grietas Lucerito
no ve que me quedo desnudo
además al señor Dante le parece un tanto ordinario verme así de simple y humano
las bestias han ascendido y aún sigo fregando pisos en el purgatorio
el otro día lo deje reluciente y me ha retado
ya me habían dicho que los florentinos son medios explotadores
les queda el germen mercantilista Lucerito
les queda el germen de la abundancia
y yo te miro desde este abajo tan profundo
te veo en esas gang bangs sudando para ganarte algunos pesos
huelo desde acá tu pubis tan sereno en otras épocas y ahora tan manoseado
y aquí le sigo Lucerito, despistado mudándole el recuerdo
haciendo que aparezca en noctámbulas visiones
que las bestias terminan profanando
y que el señor Dante también termina profanando
pero cuando me toca a mi profanarla Lucerito
le veo tan acabada
tan difusa
como un holograma descompuesto
si hasta los fantasmas le da miedo acercarsele Lucerito
su cuerpo empenumbrado
su cuerpo disoluto y chileno que Dante no entiende
Vuelta al trabajo, vuelta a mirar bajo las alfombras y mantos terrestres
polvos añejos que se retuerzen en los catres de la materia
un Hegel con los ojos blancos siendo enculado por Marx
enculado por Mao este a su vez por Althusser
todos sosteniendo la triste esfera y el mercado cambiario
Esas son las imágenes que veo lucerito
para que vaya viendo lo loco que se pone uno con el azufre y los cigarros de neopren
No tengo más que el aire dentro de los pulmones
que se cambia a cada rato y nunca es el mismo
pagaré por mis pecados, saldré de aquí en cuanto a Dante se le pare la raja
pagaré por mis pecados e ideas agitadoras
no escribiré nunca más una línea de corrido
la escritura es mi maldición
es mi maldición por enamorarla
juro que no hallaran sentido los homo sapiens sapiens a esto lo ultimo que le dejo
Lucerito
esto sólo será para usted
será la ruina será el espejo
En la otra cavidad de su autopista
transitada de vergas y dedos
le esperaré
ya libre y con todos mis discos de Lennon solista en la maleta destruida.
1 El Batallon se debate entre la vida y la muerte, elige la muerte
13 noviembre, 2007 § 1 comentario
Nos hicimos los lesos ante la advertencia de los civiles y avanzamos en perfecta alineación por el caminito, ese sendero de pisadas y llantas gastadas. Quién hubiese pasado por ahí de seguro que habría visto los vestigios serenos de la vieja civilización del oeste, todos maniatados atravesados por las púas de aquel tiempo tan maraco. Sufrimos de distemper y vagamos por los senderos completamente secretados del licor agónico de la especie.
Formamos parte de los restos de un batallón que aún sigue recorriendo caminos y carreteras destruidas.
Somos seis integrantes.
Hoy hemos recogido dos muchachas mudas que se encontraban escondidas sobre un árbol no sabemos bien que hacer con ellas, sin alimento en semanas, solo mascando granos de azúcar, nos tienta bastante violarlas y luego comerlas, pero el idiota de Karlos dice que el no desea para nada comerse algo que previamente ha sido penetrado por todos los muchachos. El más viejo del clan propone la idea de adiestrarlas para que busquen comida, “si aún permanecen con vida debe de ser porque conocen algún tipo de alimento”, pero como hacerlo, como hablarle al silencio y entrar en esas cabezas.